Misterios de Ultratumba

Siglo XIX: Al morir el médico Aldama, su colega en el asilo de las Mercedes, Mazali, recuerda un juramento de ambos: quien muera antes, revelará al otro los misterios del más allá. Invocado por una medium, el espíritu de Aldama dice a Mazali que el misterio tiene un precio horrible, y que lo sabrá en tres meses.
Los raros sueños que acosan a Patricia desde la muerte de su madre la hacen dejar el cabaret donde baila. La busca su enamorado, el médico Eduardo, quien también tiene sueños raros. Se le aparece a Patricia el fantasma de su padre, Aldama, a quien ella no conoció, y le dice que Mazali le dará un patrimonio: dinero y "algo más". Una gitana loca del asilo enfurece al callar la caja de música con que la calma Mazali y deforma con ácido el rostro del asistente Elmer. Eduardo y Patricia entran a trabajar con Mazali, quien se enamora de la joven.
Entre lo dejado por Aldama a su hija hay un puñal con el que Elmer mata a la gitana. Mazali, sospechoso del crimen, va a ser ahorcado: todo obedece al plan de Aldama. Elmer se mata y el viento se lleva la nota en la que exculpa a Mazali. En el velorio de Mazali se oye el violín que él solía tocar: lo toca ahora su fantasma en el cuerpo de Elmer.
Éste golpea a Eduardo y al doctor González y carga a la desvanecida Patricia para desfigurarla también con ácido. Eduardo lucha con el monstruo y lo quema arrojándole un quinqué. Patricia y Eduardo se abrazan.